Las pantallas led forman parte de nuestra vida cotidiana desde hace años por su versatilidad e innovación: en vallas publicitarias, en establecimientos comerciales, como señalética, como recurso decorativo… y, por supuesto, en recintos deportivos. Cuando se decide a apostar por esta tecnología para equipar una instalación, una de las dudas más frecuentes es: ¿qué tamaño elijo?
La respuesta más inmediata es que, a mayor capacidad del recinto, mayor tamaño de la pantalla led. Pero la solución correcta no es tan sencilla: se deben tener en cuenta las características del recinto, dónde se quiere ubicar o el uso que se le vaya a dar, entre otras cuestiones. En consecuencia, resulta fundamental trabajar con un proveedor que pueda ayudar a la planificación más idónea, tanto para la ubicación de la/s pantalla/s como para la elección del tamaño y modelo para cada caso particular. Pero una conclusión es innegable: existen tamaños de pantalla led para todo tipo de ubicaciones, necesidades y objetivos.
¿Cómo es el recinto?
Existen muchos factores que se deben tener en cuenta: ¿Es un recinto al aire libre o indoor? ¿Cuál es el aforo? ¿Las gradas se ubican en un lateral o rodean toda la pista de juego? ¿Es un edificio con diversos niveles de altura (tribuna superior e inferior)? ¿Qué distancia habrá entre el público y la pantalla? Todas estas características ayudarán a definir correctamente el proyecto y determinar cuántas pantallas son necesarias y dónde se deben ubicar.
Entre las distintas soluciones, se puede colocar una pantalla centrada en uno de los laterales o en el fondo del pabellón; una pantalla en cada fondo; situar dos pantallas en esquinas opuestas; una pantalla en cada una de las cuatro esquinas; equipar el recinto con un cubo central de cuatro caras en el caso de que se trate de un pabellón de gran tamaño -pudiendo complementarse con más pantallas-,…
Por ejemplo, para un pabellón de pequeño tamaño con solo una grada en uno de los laterales, una pantalla de 10 metros cuadrados centrada en el muro enfrentado podría a priori cumplir perfectamente su función.
Para un recinto de gran tamaño se recomiendan pantallas de -como mínimo- 18 metros cuadrados. El ángulo de visión y la nitidez de los contenidos también influyen en este tipo de proyectos: es posible que resulte necesario colocar más de una pantalla para asegurar una correcta experiencia para todos los usuarios, independientemente de dónde se sitúen, y tratar de evitar a toda costa los puntos ciegos. También se debe valorar la posibilidad de plantear la combinación de estas pantallas con otros recursos como los cubos centrales, pudiendo manejar los contenidos que se proyectan de manera conjunta o individualmente.
También existen soluciones muy versátiles, como pantallas pequeñas de aproximadamente 3 metros cuadrados, las cuales facilitan su reubicación para otros usos (presentaciones, eventos…) gracias a estructuras con ruedas o instalaciones motorizadas. Si se desea utilizar la pantalla para otras ubicaciones como, por ejemplo, actos con bastante público o cine de verano, se debe apostar por pantallas de mayor tamaño -como 12 metros cuadrados, por ejemplo- y tener en cuenta si es apta para su uso al aire libre.
¿Será demasiado grande?
La experiencia define que siempre es recomendable apostar por la pantalla del mayor tamaño posible porque su apariencia -una vez instalada- no es igual a cuando se está al lado de ella. La elección del fabricante también es clave en este asunto: si su diseño es modular, es probable que se pueda ampliar su tamaño a posteriori añadiéndole nuevos módulos. Pero esta solución no es factible para todas las opciones del mercado y siempre es aconsejable partir de una solución óptima y del mayor tamaño posible desde el inicio.
¿Qué deportes se van a practicar?
En la elección de la pantalla, los tipos de deportes que suele acoger el recinto deportivo también influyen tanto en el tamaño de la pantalla como en el software que se utiliza para su gestión (existen soluciones polivalentes que permiten personalizar los contenidos a múltiples deportes).
La versatilidad de estos dispositivos led posibilita que se puedan utilizar de manera individual o combinada como marcador deportivo, se pueda emitir señal en directo, se lancen anuncios o se incluya cualquier tipo de contenido multimedia. Los distintos layouts permiten combinar todas estas fuentes colocando, por ejemplo, la información deportiva en los laterales y reservando el centro de la pantalla para vídeo o la señal en directo. Si se quiere optar por esta versatilidad, el tamaño de la pantalla debe ser, como mínimo, de 10 metros cuadrados.
Sin embargo, todas estas posibilidades de combinar marcador con vídeo o anuncios no son siempre válidas: según el tipo de deporte, los contenidos que se pueden proyectar durante el tiempo de juego están muy definidos.
Este es el caso del baloncesto de alta competición, en el que la información que deben aparecer en la pantalla incluso está regulada por normativa: el reglamento determina que el marcador que se proyecta en la pantalla led debe estar siempre visible durante el juego. A partir de la liga LEB Plata, el marcador debe dar información de puntos y faltas de cada jugador, un requisito que es posible con pantallas a partir de 6 metros cuadrados. Si también se quieren incluir los nombres de los jugadores, el tamaño mínimo debería ser de 12 metros cuadrados. Para que la pantalla cumpla con la normativa FIBA en competiciones de Nivel 1 respecto a los tamaños de las letras y los dígitos, se debería dar el salto a un mínimo de 15 metros cuadrados.
El tipo de marcador deportivo requerido para otros deportes no siempre es tan exhaustivo por lo que, para disciplinas como el tenis, pádel o frontón que se practican en un club, las pantallas led de 3 metros cuadrados pueden cumplir perfectamente su función.
Más allá del marcador: ¿qué otros contenidos se van a proyectar?
Además de su función como marcador multideportivo, las pantallas led también son un excelente canal de comunicación y marketing, pudiendo transformarse en una nueva fuente de ingresos. Cuanto mayor es el tamaño de la pantalla, más posibilidades existen de obtener rendimiento económico de las mismas ya que se dispone de más espacio y posibilidades para los contenidos, ya sean anuncios a pantalla completa, banners informativos o ubicando logotipos institucionales o marcas en el layout. En estos casos en los que se quieren complementar los contenidos con anuncios, un tamaño recomendado de pantalla sería a partir de 10 metros cuadrados. En una de dimensiones reducidas -de 3 metros cuadrados, por ejemplo-, no resultaría factible.