En los pabellones existen equipamientos deportivos que deben estar anclados al suelo. Los más comunes son los postes a suelo (para voleibol, tenis o badminton), canastas de baloncesto a suelo, porterías de balonmano y fútbol sala, pero también encontramos otros como aparatos de gimnasia, vallas perimetrales de hockey patines, etc…
Los anclajes son elementos necesarios para la sujeción firme del equipamiento (en su correcta posición) y su total bloqueo frente al vuelco. Los accidentes por golpes de equipamientos que vuelcan son por desgracia numerosos y, en muchos casos, de fatales consecuencias. No en vano, el anclaje es un elemento clave para la seguridad de los usuarios, tal y como se recogen en las diferentes normas UNE EN de los equipamientos deportivos. Por lo tanto los anclajes son necesarios y deseables, ya que son garantía de seguridad para los usuarios.
Definición del proyecto
Cuando se plantea la realización de un proyecto de un nuevo pabellón deportivo, la ampliación/renovación del pavimento o los usos de uno existente existen muchos aspectos a tener en cuenta. Sin duda uno de los que más quebraderos de cabeza da es el tema de estos anclajes al suelo, dado que deben ejecutarse con total exactitud y en el momento correcto del desarrollo de las obras.
Si los anclajes de un pabellón están mal hechos o no ejecutados en el momento justo se producirán, con mucha probabilidad, numerosos problemas de coordinación, sobre todo en la finalización de la obra.
Los anclajes deben preverse, es decir, definirse y cuantificarse económicamente en los proyectos para no tener desviaciones económicas imprevistas.
Una vez definidos los deportes que se van a realizar en el pabellón se puede realizar una definición clara de los equipamientos necesarios y de sus respectivos anclajes. Esto debe hacerse ANTES de colocar el pavimento ya que los que se encastren a solera se ejecutarán antes que el suelo deportivo.
Además, su correcta ejecución es vital porque luego determinan la posición final de los pintados. Esto necesita de la máxima coordinación entre la empresa que ejecutan el pavimento y la que suministra los anclajes y el equipamiento.
Tapas de anclajes
Otro aspecto que precisa de la máxima coordinación es controlar la altura del pavimento deportivo y la colocación exacta (al ras) de la tapa del anclaje, así como la valoración económica de la ejecución de las tapas de los anclajes.
Cuando el pavimento es sintético, normalmente el espesor es bajo (entre 6 y 10 mm) por lo que los anclajes se colocan al ras de la solera y se cubre la tapa con pavimento sintético encima.
Cuando el pavimento es un sistema de parqué deportivo podemos encontrarnos hasta con espesores de pavimentos superiores a los 60 mm, por lo que hay que instalarlos teniendo en cuenta ese espesor. A su vez, se deben prever tapas con aros en el parqué para ocultarlos cuando no estén en uso.
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Aunque se puede realizar, no es aconsejable realizar agujeros para empotrar anclajes una vez está colocado el pavimento deportivo, ya que es necesaria maquinaria que agrede al pavimento dado que debe perforar la solera inferior.