En los partidos de baloncesto de competición, además de los árbitros de pista, también desempeñan una labor fundamental los anotadores. Ubicados en la mesa de jueces, cada uno de ellos desempeña labores diferenciadas como controlar el tiempo de juego, el tiempo de posesión, los puntos o las faltas. El trabajo de la mesa de anotadores permite que tanto jugadores como espectadores tengan toda la información en tiempo real y, para registrar toda esa información, los anotadores utilizan consolas.
Las consolas FIBA reparten diferentes funciones a cada uno de los operadores. De una consola central (y desde la cual se podrían controlar todas las tareas) se reparten las funciones de anotación en cuatro diferentes con asignación de funciones personalizadas. Además de la persona que ejecuta el acta, en la mesa podemos encontrar una persona que controlará el tiempo de partido, quien para esta labor manipulará una consola que únicamente controla el tiempo de partido, los tiempos muertos y los diferentes cuartos. Un segundo operador controla la consola de posesión mostrando los 24 o 14 segundos restantes de posesión por jugada y únicamente con un click para cada acción de juego. Por último una persona controla la introducción de los datos referentes a puntos y faltas personales de cada uno de los componentes de cada equipo.
El resultado de un partido puede cambiar en décimas de segundo, por lo que es necesario que dispongan de las herramientas necesarias (las consolas) para controlar toda la información en tan corto espacio de tiempo.
Dispositivos de control
Las consolas de control son los elementos principales que distribuyen la información en tiempo real y de manera fiable mediante un protocolo de comunicación. Desde estos dispositivos, los jueces de mesa introducen y controlan todos los datos en tiempo real.
Debido a que el baloncesto es un deporte muy rápido y vivo, las consolas de control están concebidas para facilitar la tarea a los anotadores de toda esta información. Se evitan siempre dispositivos táctiles, en los cuales resulta muy difícil poder controlar con precisión la introducción de los datos de forma precisa. En lugar de estos dispositivos táctiles se utilizan pulsadores mecánicos, mucho más sensibles para el anotador a la hora de introducir los datos.
Aparatos interconectados
Durante un partido de baloncesto intervienen un diverso número de artículos electrónicos que deben estar conectados entre sí y funcionar de manera coordinada y sincronizada. Algunos de estos instrumentos, como los marcadores, son muy evidentes para el espectador porque, además de servir como control de ciertas acciones del juego, aportan información imprescindible para seguir un partido de baloncesto, tanto para el jugador como para el espectador. Los marcadores aportan información de tiempo de partido, resultado, periodo, tiempos muertos, faltas personales de los jugadores y puntos de cada uno de ellos.
Otro dispositivo imprescindible son los marcadores de posesión, los cuales indican el tiempo restante de posesión, iniciando la cuenta en 24” o 14” y, por último pero no menos importante, los perímetros luminosos: el rojo indica el final de cada cuarto de partido y el amarillo luce al final de la posesión en cada jugada en caso de agotarse.