Antes de ser un implemento deportivo, la jabalina era un arma de guerra y un artefacto de supervivencia pues se utilizaba para la caza y pesca. La jabalina de guerra era del tamaño del portador, delgada como el dedo humano y afilada en la punta; la utilizada en competición era redonda en la punta y el centro de gravedad era una correa de alrededor de 40 centímetros que se enrollaba a ella, se introducían el índice y el pulgar y se lanzaba de una forma circular para triplicar la distancia.
Como deporte se remonta al año 708 a. C, cuando era parte de un pentatlón, compuesto por una carrera de 180m, lucha, lanzamiento de disco y lanzamiento de la jabalina. Los primeros atletas practicaron un lanzamiento que tenía que aliarse la precisión y la fuerza (distancia). También hubo un tiempo donde se sumaban las distancias logradas con el brazo izquierdo y el derecho. A partir de la Primera Guerra Mundial, sólo se tuvo en cuenta el mejor lanzamiento.
Esta disciplina forma parte del programa oficial de los Juegos Olímpicos desde Londres 1908, cuando se establecieron la longitud y peso actuales: para las competiciones masculinas, 800 gramos de peso y entre 260 y 270 centímetros de largo; para las femeninas, 600 gramos de peso y entre 220 y 230 centímetros. Las competiciones femeninas olímpicas comenzaron en los JJOO de Los Ángeles 1932.
Estilos de lanzamiento
El lanzamiento de jabalina es uno de los deportes que ha registrado un mayor número de variantes y evoluciones técnicas:
- Estilo clásico: se sujeta el artefacto por el extremo posterior y por la parte media.
- Estilo libre: agarre con una sola mano en la parte media.
- Estilo sueco: aparece en la primera década del siglo XX. Cruce de piernas llevando la jabalina hacia atrás con la punta a la altura de la mejilla.
- Estilo finlandés: aparece en la segunda década del siglo XX. Mayor carrera y preparación del lanzamiento en cinco pasos llevando la jabalina en movimiento hacia abajo y atrás.
- Estilo español o barra vasca: Aparece en la década de 1950 y consiste en dar dos o tres vueltas y soltar la jabalina en movimiento giratorio deslizándose por el hueco de la mano. Su principal representante fue Miguel de la Quadra-Salcedo. La IAAF modificó la normativa técnica prohibiendo dar la espalda a la dirección del lanzamiento o lanzar la jabalina con movimiento giratorio debido a la peligrosidad de este estilo. Según la normativa la jabalina, debe agarrarse por la encordadura y ser lanzada por encima del hombro, no permitiéndose movimientos de rotación.
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Materiales
Las primeras jabalinas fueron de madera, aproximadamente la medida del lanzador, muy finas y con una tira de cuero enrollado en la mitad. Con el tiempo se incorporó una cabeza metálica y fue sustituyéndose el cuero por un cordel. A partir de finales de la década de 1940, las jabalinas comenzaron a construirse en aleaciones ligeras. Actualmente se pueden encontrar de aleación de aluminio, de fibra de vidrio, carbono o composite. Pero todas las jabalinas deben de tener una cabeza metálica y una encordadura.
Reglamentación
En los JJOO de Londres 1908 se fijaron las dimensiones y pesos y, aparte de la encordadura, no se tenía en cuenta más parámetros. El gran cambio en la reglamentación se produjo en 1986: dos años antes, el alemán Uwe Hohn había batido el record mundial con un lanzamiento de 104,80 metros. Debido a las dimensiones de los estadios, ya era una distancia peligrosa. Las jabalinas tenían el centro de gravedad muy cerca del centro geométrico, con lo que al caer plana en el suelo continuaba deslizándose unos metros más por el mismo.
Se consideraron varias alternativas:
- Aumentar el peso.
- Sacar la competición fuera del estadio
- Adelantar el centro de gravedad. Esta fue la decisión que se tomó.
Al ser una decisión muy precipitada, hubo que hacer varias modificaciones en el reglamento ya que los constructores de jabalinas las diseñaron con rugosidades, estrías, etc… que consiguieran atenuar el efecto del adelantamiento del centro de gravedad. Así, varios de los récords conseguidos durante el año 1986 fueron invalidados.
En 1987 se volvió a modificar el reglamento y, en 1991, se estableció el reglamento definitivo en el que las dimensiones de la jabalina deben de cumplir una compleja serie de proporciones.