Antonio López, director técnico y comercial de la empresa Bona, explica en este artículo cómo y con qué materiales se deben proteger y restaurar este tipo de pavimentos para prolongar su vida útil sin afectar al rendimiento deportivo.
Desde que existen lo pabellones deportivos, uno de los pavimentos empleados para la práctica del deporte del baloncesto ha sido tradicionalmente la madera. Las entidades de regulación del deporte de la canasta, siendo FIBA su máximo exponente, exigen este tipo de pavimento a clubes de alto nivel en competiciones nacionales e internacionales.
Es ya ampliamente conocido que en la actualidad los pavimentos de madera o parqués deportivos deben cumplir con unas exigencias marcadas en diferentes normas para que sean aptos para la práctica deportiva de primer nivel, siendo el referente en Europa la norma EN 14904: 2006. Sin embargo y hasta la existencia de las primeras normativas, en los inicios se optó, generalizó y extendió el método de colocar tarimas o tablillas de madera maciza, bien pegadas, entarimadas o con sistemas de sujeción por la contracara, desarrollados por los propios fabricantes de las tarimas en algunos casos.
Parqués multicapa
Por diferentes razones, entre ellas la sostenibilidad, desde hace ya varias décadas se comenzó a emplear en las instalaciones deportivas pavimento de madera en otra versión, el hoy conocido como parqué multicapa. Se trata de parqué de madera en su totalidad, pero con diferentes maderas en su constitución. En este producto de acabado se utilizan en su contracara maderas de crecimientos más rápidos y menos duras, mientras que en su capa noble, donde la norma exige un mínimo de 2,5 mm de espesor para poderla denominar parqué, se usan especies de madera más densas y duras, siendo las más populares en el mundo deportivo el haya y el roble.
Contrariamente a lo que se generalizó en su momento por la influencia de las tablillas de madera maciza, estos parqués -que otorgan un gran rendimiento y una larga durabilidad en años- pueden ser renovados cuando llegue su momento sin ningún tipo de problemas.
¿Cómo restaurar correctamente el parqué?
Se extiende la idea en el mercado de que estos parqués multicapa no pueden ser lijados debido al poco espesor de capa noble, pero esta es una información incierta que intentaremos aclarar en estas líneas. Afortunadamente durante las últimas décadas, la tecnología, maquinaria y profesionalidad de muchos artesanos del parqué hacen posible la renovación de unos parqués que, estando bien colocados planimétricamente hablando, pueden ser perfectamente restaurados (como llanamente decimos ‘acuchillados’) en más de una ocasión, aunque su capa noble aparente que no pueda ser así.
¿Cómo? Usando abrasivos fabricados con diferentes minerales y muy variados granos de lija, llegando a las más avanzadas lijas con diamante en su fabricación. Todo ello, unido a maquinaria específica y unas buenas manos profesionales, permite hoy en día que el barniz deteriorado o ya agotado de un parqué pueda ser eliminado, restándole a la madera sólo 0,8 mm de espesor.
A partir de ahí comienza la aplicación de nuevos materiales, barnices y pinturas para proteger de nuevo -durante un gran número de años- ese parqué multicapa de cualquier uso, incluidos los deportes más exigentes para este tipo de pavimentos, como es el caso del hockey sobre patines, el patinaje artístico o el baloncesto sobre silla de ruedas.
Por su parte, barnices y pinturas también deben reunir y cumplir todas las exigencias y normas a las que someta la disciplina deportiva que se vaya a practicar sobre el pavimento.
Sistemas de tratamientos
Aún así, todavía se ha llegado más allá. Algunas empresas fabricantes de estos barnices están trabajando desde hace años en lo que ahora denominamos sistemas de tratamientos, que representan un gran progreso en I+D de nuevos productos que alargan todavía más la vida útil del sistema de parqué deportivo.
Por hacerlo breve y entendible, lo que se está intentando conseguir es que en un recinto deportivo donde exista un pavimento de madera se evite dejar que el pavimento llegue al límite de su vida útil antes de realizar un tratamiento agresivo de lijado. Los nuevos procedimientos postulan la realización de una inspección profesional transcurridos tres, cuatro o cinco años dependiendo de la intensidad de uso al que esté sometido ese pavimento. En dicha inspección se determina si el suelo necesitaría un mantenimiento en ese momento con los nuevos productos.
Alargar la vida del parqué
Lo que nos permiten los nuevos barnices, tanto de tecnología UV (secado ultravioleta), como de secado físico o físico-químico, es poder -llegado un momento idóneo o apropiado- realizar unos procesos de limpieza específicos, un lijado superficial y aplicación nuevamente de capas de barniz extra, compatibles con el existente, y que vuelvan a alargar la vida de ese pavimento por otro elevado número de años sin la necesidad de haber tenido que realizar un lijado hasta la madera desnuda, con la consiguiente, aún siendo pequeña, pérdida de espesor de la madera.
Por tanto y de este modo, se abren horizontes nuevos para la renovación y recuperación de los llamados y cada vez más empleados, parqués multicapas.
Las informaciones reflejadas en este artículo provienen exclusivamente por parte de su autor, Antonio López, director técnico y comercial de la empresa Bona.