Las redes de protección han evitado cientos de miles de carreras por falta de puntería, algún que otro balonazo inesperado y ayudan a que cualquier partido sea mucho más dinámico. Además, según el emplazamiento del terreno de juego, también facilitan la práctica simultánea y sin riesgos de otros deportes. Sin embargo, y al contrario que con otros equipamientos como porterías, canastas o graderíos, no existe una norma específica que detalle los requisitos de funcionalidad y seguridad. ¿Es válido entonces cualquier tipo de red o estructura? No si se quieren prevenir accidentes.
La seguridad en las redes de protección de fondo está determinada por factores exógenos, como las condiciones climatológicas o la velocidad del viento, y endógenos, como con qué materiales están construidos los postes de sujeción y las redes, la distancia entre los postes o cómo se han fijado en el terreno.
CRITERIOS DE SEGURIDAD
Combatir el viento
El viento no acostumbra a soplar con la misma intensidad en Zaragoza que en Ciudad Real o Cádiz. En consecuencia, su presión dinámica sobre las estructuras varía y, con ella, los requisitos de resistencia para las estructuras de redes en función del municipio donde se vayan a situar.
El Código Técnico de Edificación (CTE) recoge los valores de presión de la velocidad del viento en el ‘Documento básico SE-AE Acciones en la edificación’. El informe incluye un mapa en el que España está dividida en tres zonas (A, B y C) en función de la velocidad básica del viento.
¿Cómo saber cuál es la presión dinámica del viento en mi municipio?:
Por lo tanto, un requisito de seguridad exigible para las redes de protección de fondo es que se haya realizado un cálculo de resistencia adecuado para evitar que el viento las pueda tumbar, con el consiguiente riesgo para los usuarios de la instalación. Ese cálculo debe realizarse partiendo de las condiciones de viento más desfavorables y la resistencia de la estructura debería satisfacer ese valor pero incrementado en 1,5 puntos, minimizando así los riesgos.
Postes
Para garantizar la consistencia de la estructura, el espesor de los tubos debería ajustarse a los parámetros que determina el CTE, mayorados para aumentar la seguridad. El material con el que estén construidos influye además directamente en su capacidad de resistencia a la oxidación, que convierte a las zonas afectadas en mucho más débiles y susceptibles de colapsar. Los postes galvanizados garantizan una mayor resistencia a la intemperie y, en consecuencia, menor mantenimiento y con menor frecuencia.
A la hora de colocar los postes, estos pueden ir atornillados al suelo o instalarse con una zapata de hormigón. Para garantizar su estabilidad y fijación es importante realizar un buen cálculo de esa zapata de hormigón.
El espesor de los postes también influye directamente en el número de postes necesarios para cada red de protección y en la distancia entre los mismos. El planteamiento final dependerá del balance entre espesor y distancia ya que influye directamente en la tensión de la propia red.
Redes
Las redes deben estar fabricadas con componentes resistentes a los rayos UV para que no se deterioren por la incidencia del sol. Respecto al tamaño de apertura de los orificios, este depende de para qué deportes se vayan a utilizar. Para los campos de fútbol se usa una red de cuadrícula que evitando que el balón salga pero, para un campo de golf, la cuadrícula es mucho más pequeña. El hilo de las redes debe ser lo suficientemente grueso como para evitar cortes.
Sujeción de la red
A la hora de fijar las redes a los postes, una solución óptima es utilizar sirgas galvanizadas pero plastificadas, reduciendo así la fricción y evitando que la red sufra desgaste y posterior rotura.
OTRAS CUESTIONES A TENER EN CUENTA
La seguridad y el diseño son factores de primer orden a la hora de tomar la decisión de compra de estos equipamientos, pero en la elección también pueden tenerse en cuenta otros criterios: ¿El fabricante cuenta con certificados emitidos por entidades de certificación debidamente acreditadas que respalden su apuesta por la calidad en sus procesos y servicios, respeto al medioambiente y por la seguridad de sus trabajadores, así como de todas las partes interesadas como clientes, organizaciones o usuarios? ¿Apuesta por la sostenibilidad tanto en su organización como en sus procesos productivos? ¿Está comprometido con la Responsabilidad Social Empresarial?
Entre otras garantías de calidad, medioambiente y seguridad que se pueden solicitar al fabricante, el importador o el distribuidor están la ISO 9001 (gestión de la calidad), la ISO 14001 (gestión ambiental) y ISO 45001 (gestión de seguridad). Estas sensibilidades y la apuesta compartida con el cliente por mejorar el entorno y la sociedad son, en muchas ocasiones, las que marcan la diferencia.