Los patios de los colegios son una de las estancias más utilizadas y concurridas de cualquier centro educativo, tanto para el tiempo de recreo como para practicar actividades deportivas. Es importante considerar a estas áreas un espacio deportivo como por ejemplo, un pabellón cubierto o un campo de fútbol, y por tanto como áreas susceptibles de mejora de su calidad y seguridad, más aún cuando sus principales usuarios son niños y jóvenes.
Para mejorar la seguridad y la calidad del pavimento de una superficie polideportiva de exterior se deben verificar -y corregir, en caso necesario- algunos aspectos esenciales:
- Asegurar la planimetría adecuada -sobre todo en puntos críticos (juntas, anclajes)- y una correcta evacuación del agua para evitar caídas.
- Evitar elementos rígidos contra los que golpearse en caso de caída y que pudieran generar traumatismos.
- Disponer de un pavimento deportivo superior elástico que aporte absorción de impactos y, en consecuencia, proteja a los usuarios.
- Verificar que todo el equipamiento deportivo (canastas, porterías…) cuenta con certificados de conformidad respecto a las normas europeas, una garantía tanto de calidad como de seguridad.
Además, desde el punto de vista de la instalación deportiva, su correcto uso y su mantenimiento:
- Se debería de tener en cuenta el mantenimiento preventivo tanto de pavimentos como de equipamientos.
- Es muy importante la fase de instalación del producto. Una mala instalación puede convertir un buen producto en una ‘trampa’.
- También es muy importante la formación a los alumnos del producto, tanto por respeto al mismo como para evitar potenciales riesgos.
ESPACIO FÍSICO
Se debe garantizar que los elementos constructivos y las instalaciones del patio deportivo son duraderos para que su coste de conservación y mantenimiento sea el mínimo posible, sin que por ello quede afectada la seguridad y la calidad con el paso del tiempo.
También es importante evitar que, tanto en la zona de juego como en un perímetro de seguridad mínimo, haya elementos rígidos contra los que los usuarios puedan golpearse en caso de caídas, con la consecuencia de sufrir fuertes traumatismos.
Sea cual sea al material del pavimento del patio, este debe tener una correcta planimetría para que no existan diferencias de nivel o defectos que puedan suponer un riesgo de caídas. Así mismo, se debe observar que haya pendientes de evacuación de agua para que, en caso de lluvias, el agua evacúe lo más rápido posible. En muchos casos esto implica que se dispongan de canaletas de desagüe para esta recogida de aguas de lluvia -preferentemente en el perímetro- para evitar que estas sean también un riesgo.
TIPOS DE PAVIMENTOS
Los pavimentos más habituales que se pueden encontrar en patios exteriores de colegio son:
- Hormigón pulido. Este no se considera un pavimento deportivo en sí mismo porque es rígido. Además presenta juntas de retracción y dilatación selladas con material elástico.
- Hormigón poroso, que también es rígido, en este caso permeable.
- Resinas sintéticas, normalmente calificadas como de tipo semirrígido.
- Pavimento sintético (prefabricado o “in situ”), que son los más elásticos y únicos capaces de garantizar una absorción de impactos adecuada para la práctica deportiva segura. En el caso de los pavimentos prefabricados, la norma UNE-EN 14877:2014 (Superficies sintéticas para espacios deportivos de exterior. Especificación) establece que el coeficiente de absorción de impactos debe ser mínimo del 25%.
La superficie de juego debe ser estable a la acción de la luz, uniforme, sin brillo y de fácil mantenimiento. Y exista pavimento deportivo o no en el patio, es muy importante que los anclajes del equipamiento estén empotrados sin sobresalir del pavimento. Sus tapas deben estar enrasadas con el pavimento y con cierre inmóvil ante las acciones del juego.
EQUIPAMIENTOS DEPORTIVOS
Los equipamientos más comunes que se pueden encontrar en los patios son las porterías de balonmano/fútbol sala, canasta a suelo y postes. Los riesgos pueden ir desde el impacto contra estos equipamientos a atrapamientos involuntarios o vuelcos. ¿Cómo saber si realmente cumplen con los requisitos de seguridad y calidad necesarios? Debemos verificar que cada uno de ellos cuenta con su correspondiente certificación conforme a las normas europeas.
No es lo mismo que el producto esté certificado o no. En ocasiones se adquieren productos a los que se les presupone la certificación porque indican que su diseño se basa en la norma, pero eso no es suficiente: es necesario reclamar junto con la ficha técnica del producto el certificado del laboratorio externo.
Se deben adquirir productos certificados conforme a las normas UNE y no solo diseñados conforme a las normas, ya que esa es la única garantía de que un evaluador externo al fabricante ha analizado y confirmado que los equipamientos cumplen las normas.
En la apuesta por la seguridad en equipamientos deportivos destaca la labor de investigadores de la Universidad Pablo de Olavide de Sevilla, así como el impulso para implantar sistemas antivuelco en las porterías, como el desarrollado por Tutigool.
Cuando se adquieren equipamientos debidamente evaluados y certificados se previenen múltiples riesgos para sus usuarios. Obviar el cumplimiento de las normas puede convertirse en un problema de seguridad con resultados fatales, tal y como demuestran diferentes investigaciones llevadas a cabo por expertos en el sector.
¿Qué puede llegar a ocurrir cuando se utilizan equipamientos que no han sido evaluados y certificados? Durante el uso de porterías, canastas y postes podrían llegarse a producir:
- Accidentes por equipamientos no estables o no resistentes. Es decir, vuelcos inesperados y caídas y golpes mortales.
- Accidentes por cortes con aristas.
- Accidentes por aprisionamiento de dedos mediante regulación de tamaños de las aberturas (menor o igual a 8 mm y mayor igual a 25 mm) y ángulos internos.
- Incremento de las consecuencias de los golpes de los usuarios contra postes verticales durante la actividad.
- Accidentes por la pérdida inesperada de dispositivos de tensión.
- Accidentes por golpes contra manivelas de tensión externas.
- Accidentes por golpes contra anclajes que sobresalgan excesivamente de la superficie del juego.
Para más información se pueden consultar las siguientes guías de compra de estos elementos: